Aquí tienes un plan de entrenamiento sobre rodillo para mantenerte en forma en la época invernal y estar a la altura cuando llegue la temporada. ¡Hay que hacer rodillos!
Después de una larga jornada de trabajo y de camino a casa, vas dándole vueltas a la cabeza a ver qué puedes hacer en el rodillo, salvo aburrirte. Sólo hace falta que cuando llegues, tengas algún imprevisto doméstico que atender, porque será tu excusa perfecta para que una vez cumplida tu misión, pienses en voz alta: - ¿Y a dónde voy a estas horas a hacer rodillo? Momento crítico, en el que cambias los pedales automáticos por las zapatillas de estar en casa
.
Adiós entrenamiento.
Por lo general, son pocos los que valoran el verdadero poder de una sesión de rodillos bien hecha. Se suele mirar con envidia sana a los que disponen a lo largo de la semana de tiempo para hacer una escapadita al monte o a la carretera. El hecho de que la duración del entrenamiento sobre el rodillo sea menor, siembra la duda sobre su efectividad. Pues si es tu caso, sintiéndolo mucho vamos a llevarte la contraria, porque una sesión de rodillos puede llegar a ser incluso más efectiva que si pudieses salir a la calle.
Adiós entrenamiento.
Por lo general, son pocos los que valoran el verdadero poder de una sesión de rodillos bien hecha. Se suele mirar con envidia sana a los que disponen a lo largo de la semana de tiempo para hacer una escapadita al monte o a la carretera. El hecho de que la duración del entrenamiento sobre el rodillo sea menor, siembra la duda sobre su efectividad. Pues si es tu caso, sintiéndolo mucho vamos a llevarte la contraria, porque una sesión de rodillos puede llegar a ser incluso más efectiva que si pudieses salir a la calle.
Una "duda razonable"
Una pregunta muy extendida es la comparación que se puede establecer entre una sesión de rodillo y una de carretera o montaña. ¿A cuanto tiempo equivale una hora de rodillo, por ejemplo? Sería muy difícil poder comparar, ya que tendríamos que montarte en el coche, sacarte a las afueras de la ciudad, y soltarte en un lugar completamente llano para que mantuvieses un trabajo sobre los pedales constante y sin interrupciones. Y nos parece que eso es algo utópico y no se asemeja lo más mínimo a la realidad. Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas y creemos que en este caso no iba a ser menos. Vamos a suponer que de lunes a viernes dispones de dos horas para entrenar, tres días a la semana.
Desde que apoyas las cubiertas en la calle, tienes que comenzar a descontar la distancia que tienes desde tu casa a zona libre de tráfico, los semáforos que te vas encontrando por el camino y en los que tienes que parar, rotondas que debes aflojar. Una vez hayas esquivado todos estos "obstáculos" haz la suma del tiempo perdido. Y cuando tengas el resultado, lo multiplicas por dos. ¿Por qué? Tendrás que volver a casa, ¿no?
¿Al final, en cuanto tiempo se han quedado esas dos horas? Sin embargo, desde que te sientas en el rodillo y comienzas a dar pedales, se podría decir que todo lo que haces es aprovechable. Con esto no queremos decirte que si tienes dos horas, te quedes en casa haciendo rodillos. Aunque estudiando cada caso, igual habrá alguno que le salga más a cuenta. Más bien queremos dar ánimos a todos aquellos que no pueden salir a la carretera para que piensen que
una sesión de rodillos es un excelente entrenamiento.
Una manera muy clara de ver la diferencia sería hacer la prueba con un medidor de potencia, en el que tendríamos una comparativa de trabajo realizado en las dos situaciones diferentes.
Condiciones idóneas para una sesión de rodillo.
Una habitación apropiada
A ser posible, un espacio donde corra el aire. Intenta situarte lo más cerca de una ventana, para que puedas abrirla. Si tienes por el trastero algún ventilador, colócalo de tal forma que te dé el aire, ni muy cerca ni muy lejos
.
Vestimenta apropiada
Por supuesto, la ropa tiene que ir en consonancia. A ver si ahora que vas a enchufar el ventilador te vas a poner el paravientos. Utiliza una camiseta que sea transpirable, porque vas a sudar de lo lindo.
Hidratación
Debes tener en cuenta que bajo techo el organismo genera más calor de lo habitual, al no recibir una ventilación como la que tienes al aire libre y con el propio aire que vas generando al ir en movimiento. La pérdida de líquido se multiplica, lo que conlleva una pérdida extra de sales minerales. Por supuesto, el sudor que pierdes no es directamente proporcional a la pérdida de grasa. Es imprescindible un bidón con agua y si sudas mucho, con sales minerales.
Vencer el aburrimiento
Aquí se admiten apuestas. Música, películas, televisión, radio, etc. Cualquier cosa que te haga llevadero un tiempo, que para algunos parece un mundo. La cuestión es motivarse. Si eres de los afortunados que dispones de un rodillo interactivo, lo tienes más fácil. Utiliza recorridos acordes a la parte de la preparación que llevas. A estas alturas, no te pongas a subir el Tourmalet.
Toalla para el sudor
El sudor es muy corrosivo y con el paso de los días puede afectar a alguna pieza de tu bicicleta, e incluso al suelo donde habitualmente practicas.
Rodillo adecuado
El mercado tiene una gran variedad de rodillos: Eólicos, magnéticos, hidráulicos y eléctricos. Lo que debes buscar es aquel que sea lo más silencioso posible si te quieres llevar bien con el vecino de abajo. Un truco para que no suene tanto es ponerlo encima de una manta. Sería muy interesante que dispusiese de regulador de resistencia para poder entrenar series de fuerza, por ejemplo.
TRUCO: Si tienes dificultad para alcanzar un determinado ritmo cardiaco, prueba a desinflar la rueda de apoyo sobre el rodillo. Conseguirás un mayor rozamiento que facilitará que suban algo más las pulsaciones.
Fuente:http://www.sportlife.es/
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